Antes de darme cuenta que no podia respirar debajo del agua
inicié mi historia como quien conociera la vida,
inicié mi historia como quien conociera la vida,
desbocado como un reguilete e impaciente con las palabras
renuncié a la salvación de esperar por los nueve meses,
ligero como las sonrisas que salian de la boca como se fueran pájaros
renuncié a la salvación de esperar por los nueve meses,
ligero como las sonrisas que salian de la boca como se fueran pájaros
me enamoré de un pedazo de tierra y de su mar pintado de esmeraldas,
e inocente como un juguete le sonrreí a la cámara que me fusilaba
en los dias de sol.
En aquellos tiempos, corría con los pasos perdidos en el asfalto,gastaba los dulces con mi desesperada fiebre de andar
y conversaba con las plantas cuando el cielo se vestía de huracanes.
Inicié otros pasos abrazando el aire como si fueran canciones,
viajé dentro de mi cabeza por este mundo incierto de papel
donde los océanos me pintaban de azul las ganas de atraversarlos
con mis pies de viento,
andé por estos mares de acentos y descubrí
que mi corazón todavía conservaba todos los adjetivos que un día
me inyectaron en la vena de la poesía,
que mi corazón todavía conservaba todos los adjetivos que un día
me inyectaron en la vena de la poesía,
dibujé con letras rojas los amaneceres
y amé a los ladrillos como si fueran mujeres,
pero no viceversa ...
esas que te llevan a viajar dentro de su cuerpo
y no te muestran ni el corazón ni las estrellas.
y no te muestran ni el corazón ni las estrellas.
Inicié el camino de las barbas con los sueños tatuados en mis occipitales,
desaparecí vestido de alas y de horizonte como barco sin ancla,
esculpí otra vez mis manos escoltado por las montañas de las “Gerais”
y me dí cuenta que respiraba el mismo aire que nutrió mis pulmones
allá por el siglo vente,
aunque alguien jure que el cielo es más azul encima de la llave de tierra
que abre la puerta de las nubes en el golfo del Caribe
No quiero salvarme de nada en estas latitudes
que me secuestran las manos y las lágrimas,
que me secuestran las manos y las lágrimas,
trato de resistir a las tentaciones que la vida me ofrece en bandeja de plata
y siento que soy yo mismo cuando maldigo
los uniformes y las medias verdades.
los uniformes y las medias verdades.
Sé que estoy vivo y sin embargo
amanezco como si fuera a morir al día siguiente,
amanezco como si fuera a morir al día siguiente,
repito mis versos como si tuvieran melodía
y hago el amor como si hubiera acabado de nacer ...
Início esta jornada todos los años sabiendo que un final está próximo
esperando que nuevos caminos me muestren los atardeceres
que recreo en mis sueños sin luna
y vivo convencido de que no todos los finales son felices
pero me conducen, inexorablemente al início de los miedos
que hacen arder mis pasos,
al febril comienzo del río de las burbujas...
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